jueves, 13 de octubre de 2011

12 de Octubre “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”

Basta de espejitos de colores
En muchas escuelas se sigue contando una historia: la de los europeos que engañaron a los nativos de América con espejitos de colores, y que así avanzaron sobre culturas indefensas imponiendo su supremacía cultural. La de los civilizados que creían que la Tierra era plana, y la de los aborígenes que cual animalitos pululaban por el suelo americano.

Ni lo uno, ni lo otro. En el artículo “Pueblos Originarios y Turismo en America Latina: La conquista continua Estudios y Perspectiva en Turismo”, de Alfredo César Dachary y Stella Maris Arnaiz Burne, se señala lo siguiente:

“El geógrafo William Denevan hace referencia al “mito de lo prístino”, creencia falsa que sostiene que América antes de la llegada de los españoles estaba prácticamente intacta, es decir, no contaminada por el hombre (Mann 2006). Esta concepción, totalmente falsa, está en la base de la Ley de la Naturaleza de los Estados Unidos de 1964, que constituye uno de los documentos fundacionales del movimiento ecológico global. Este error hecho ley es lo que ha llevado a los activistas verdes a buscar el restablecimiento del estado de antaño, considerado como natural, una tarea que la sociedad está moralmente obligada a emprender (Mann 2006). Esta idea sostenida por la primera potencia del mundo moderno coincide con lo que Fray Bartolomé de las Casas escribió a mediados del siglo XVI en la apologética Historia Sumaria, en la que sostenía que”… los indios eran seres naturales que habitaban apacibles como vacas en el paraíso”.

“Un solo ejemplo desmorona todo este andamiaje falso. El nivel de desarrollo logrado en América precolombina se puede sintetizar en el uso del cero –uno de los mayores logros de la humanidad y base de las matemáticas y ciencias en general- que se encontró en América en un bajorrelieve maya del año 375, mientras que en Europa recién aparece en el siglo XII…”

Las culturas americanas eran mucho más avanzadas que la europea en algunos aspectos (ciencia, astronomía, inclusive medicina), pero eran diferentes, y esa heterogeneidad llevó a la brutal homogeneización propugnada por los conquistadores. Si la historia hubiera sido al revés, si los amerindios hubieran arribado a Europa, posiblemente también habrían tratado de conquistar territorio, quién sabe con qué métodos, y ahora españoles, portugueses e ingleses estarían cantando himnos a la Pacha Mama.

Se trata de un encuentro que resultó desfavorable para los aborígenes, pero que aportó invaluables transformaciones a la economía, la cultura y la sociedad mundial. Un encuentro que, además, era inevitable. Lo que está en nuestras manos es restituir la identidad a los pueblos arrasados, devolverles su rostro, borroneado por defensores y detractores, para que sean, nada más ni nada menos, que nuestros antepasados.

Dra. Bibiana Mónica Ruibal
Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural
Secretaria de Acción Social

O.S.P.R.E.R.A.