viernes, 14 de septiembre de 2012

Pintemos juntos escuelas rurales

 El mantenimiento edilicio es uno de los ítems que más suelen postergarse en las escuelas, porque insumen muchos recursos y mano de obra, y siempre parece inalcanzable. Ver una pared descacarándose, un salón de tristes colores o una fachada destrozada da pena, y parece emitir un mensaje: "no nos tienen en cuenta".

Por eso, desde el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural (PACER) acabamos de poner en marcha un nuevo proyecto: "Pintemos un Futuro para las Escuelas Rurales". Estamos reclutando voluntarios para esta tarea que, además de productiva , es altamente gratificante. Tras una jornada de alegre trabajo grupal, del que participamos los integrantes del PACER y los voluntarios, las escuelas lucen completamente renovadas e invitando al estudio.

Ya comenzamos pintando la Escuela EPB Nro. 17 de Lobería, Provincia de Buenos Aires. Los resultados, como pueden apreciarse en las fotos, son impactantes. ¿Te sumás a esta iniciativa?

Si querés participar de una Jornada de "Pintemos un Futuro para las Escuelas Rurales", ya sea capacitando, pintando o donando materiales, por favor comunicate con nosotros. Tenemos un extenso listado en todo el país para poner manos a la obra!

viernes, 7 de septiembre de 2012

Claves para evitar el fracaso escolar

INFORME FAROS.
Fuente: Hospital Sant Joan de Déu.
Fecha de publicación: 06/09/2012


La adquisición constante de conocimiento es una de las características fundamentales de la etapa infantil y juvenil. Sin embargo, algunos niños experimentan ciertas dificultades en su progreso. El entorno, el sistema educativo y factores personales, como los Trastornos Específicos de Aprendizaje (TA), son las causas más frecuentes de fracaso escolar.

El fracaso escolar (FE) es uno de los problemas más graves de España. De hecho, el sistema educativo fracasa en más del 30% de los alumnos, el doble de la media de los países europeos. Lo definimos como la incapacidad para alcanzar los objetivos marcados por las autoridades educativas para la enseñanza obligatoria.

Aunque el entorno sociocultural del niño y el sistema educativo influyen en gran medida en el fracaso escolar, existen otras causas inherentes al propio individuo. Entre estas se encuentran los Trastornos Específicos de Aprendizaje (TA), que los sufren entre el 5% y el 15% de la población en edad escolar y que suponen una condición de alto riesgo para los niños afectados. Los TA son disfunciones cerebrales en áreas específicas del rendimiento cognitivo (memoria verbal, atención concentrada, rapidez de procesamiento). Estas provocan dificultades desproporcionadas para un aprendizaje concreto en comparación con el resto de habilidades y capacidad intelectual global del niño.

Los primeros años de escolaridad resultan cruciales en la detección de los TA. Estos trastornos se identifican cuando están aprendiendo el lenguaje oral, el escrito, el cálculo matemático o el desarrollo de la escritura. Los TA no se deben confundir con los problemas que afectan a los niños que presentan baja capacidad para adquirir hábitos de estudio o para mantener la atención.

Entre las patologías más comúnmente diagnosticadas en alumnos con capacidades de aprendizaje se encuentran:
  • Los Trastornos del Desarrollo del Lenguaje (TDL), o disfasia, con severidad variable, cuya causa reside en un mal funcionamiento de las áreas cerebrales implicadas en las funciones lingüísticas.
  • La dislexia, el TA de mayor prevalencia en la población (entre el 5% y el 17%), que varía sus síntomas según la etapa de la vida, y entraña un grado variable de dificultades de comprensión lectora y expresión escrita.
  • El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), de origen neurobiológico, que se manifiesta principalmente por el déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad.
  • La discalculia, una alteración específica de la capacidad de aprendizaje de la aritmética, aunque no todas las dificultades en el cálculo corresponden a este trastorno.
  • El Trastorno del Aprendizaje No Verbal (TANV), que afecta a la coordinación motriz, a la integración de la visión espacial, a las habilidades psicosociales y a los aprendizajes escolares.
Una detección temprana de estas dificultades de aprendizaje en los niños puede evitar que tenga lugar el fracaso escolar posterior. Para ello, resulta necesaria una mayor implicación y participación de los padres en la escuela. A la vez, esto revierte en una mejora de la calidad del centro escolar, que debe prestar atención a la diversidad. Para conseguir este propósito, las familias deben obtener del colegio orientación, apoyo y formación para educar de manera paralela en casa.

Otra estrategia a tener en cuenta en estos casos es trabajar desde la escuela y la familia con valores como la voluntad, la autoconfianza, la autoestima, el esfuerzo, la capacidad de adaptación y la perseverancia en el ámbito personal; así como la cooperación, la solidaridad, la cohesión y la ayuda mutua a en el ámbito del grupo. En definitiva, para evitar el fracaso escolar es imprescindible coordinar los esfuerzos de la familia, el profesorado, los asesores psicopedagógicos, los servicios educativos y sociales y los profesionales de los centros de salud.

Para saber más sobre la cuestión, consultad el 4º Cuaderno FAROS: EL APRENDIZAJE EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA: CLAVES PARA EVITAR EL FRACASO ESCOLAR.


Referencia bibliográfica
Roca, E., Carmona, J; Boix, C. et al. El aprendizaje en la infancia y la adolescencia: claves para evitar el fracaso escolar. Cuadernos Faros, Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia. Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona, 2010 [acceso: 24 de agosto de 2012]. Disponible en: http://www.faroshsjd.net/adjuntos/1774.1-Faros4_Castella.pdf