lunes, 7 de abril de 2014

Alumnos y trabajadores de una arrocera de Corrientes

En una zona muy productiva, cerca del Río Gayquiraró, perteneciente a la cuenca hidrográfica del Río Paraná (que sirve de límite a las provincias de Entre Ríos y Corrientes), se encuentra la Escuela Nº 660 “Facunda Ferreyra”, en el departamento Esquina, Provincia de Corrientes. Y pasa algo lamentable en este establecimiento: la consigna de los padres de los alumnos parece ser... no mandar a los chicos a la escuela.

Con una matrícula de 30 alumnos que van desde el Jardín de Infantes hasta EGB 1 y EGB 2, se imparte enseñanza en un entorno de producción arrocera y ganadera. Allí, los padres todavía no tienen real conciencia de la necesidad de llevar a sus hijos a la escuela para que estudien, se eduquen y se formen social y culturalmente, siendo hoy en día el estudio una herramienta fundamental para conseguir trabajo y no caer en la marginalidad total.

En este contexto, nos hallamos con adolescentes de 14 años de edad que están todavía en primer grado, junto a niños de 5 años. Los alumnos pertenecen a familias humildes, de padres en muchos casos analfabetos, alcohólicos, inclusive solos para criar a sus hijos, lo que les dificulta organizarse para acompañar a sus hijos a la escuela y mucho menos asistir a las reuniones de padres.

Desde hace varios años cuando desde la Secretaría de Acción Social de OSPRERA se implementó el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural (PACER) se pensó en crear un instrumento dirigido a las familias rurales para que se acerquen a las escuelas rurales y para sensibilizarlas sobre los derechos de la infancia y concientizarlos de la importancia de que se le brinde educación a sus hijos y que asistan a la escuela en forma constante.

Gracias al PACER llevamos donaciones de ropa, calzado, útiles escolares, televisor, libros y juguetes, entre otras cosas. Y en el acto de entrega nos encontramos con una sorpresa: unos 20 trabajadores rurales (de la empresa arrocera y ganadera Ladisladio Popelka y Cia S.A.) asistieron atraídos por la presencia de un dirigente nacional de OSPRERA, el Cro. Rubén Benítez, y de dirigentes provinciales de UATRE, los Cros. Roberto Cafferata y Elsa Edith Ojeda. Su objetivo era interiorizarse sobre sus derechos laborales, la nueva ley de Trabajo Agrario, sobre retribuciones del trabajador agrario, jornada de trabajo y descanso semanal, licencias especiales, jubilaciones y de la seguridad y riesgo del trabajo otros aspectos vitales de la legislación.

Angélica Itatí Aragón, la directora de la escuela, conjuntamente con docentes, alumnos, padres, vecinos y trabajadores de Popelka, nos agradeció todo lo que habíamos llevado y nos prometió que durante el año lectivo ella iba a repartir las donaciones a cada uno de los chicos que tuviera real necesidad. Como una forma de motivarlos, exigió asistencia a clase para entregar donaciones, y reprendió a los padres que estaban presentes por no traer los chicos a la escuela ni acudir a las reuniones de padres cuando se los cita.

Nosotros nos fuimos muy conformes de esta reunión porque pudimos cumplir con nuestra meta al crear el PACER que era acercar mediante donaciones a los alumnos, padres y vecinos a la escuela rural y contribuir a que niños y adolescentes tengan educación y una escuela rural que los contenga y cobije.