viernes, 21 de diciembre de 2007








 

 

 



Estimados colaboradores del Programa de Ayuda
a Escuelas Rurales

Adjunto fotos de donaciones entregadas por el Cro. Jaime Toledo de Uatre - Paso de Los Libres, a la Sra. Directora María Teresa Basconcellos de la Escuela Nº 273 "La Amadito" y al Sr. Director Ignacio Oribe Lagrilla de la Escuela Nº 875 "Granaderos de San Martín" de Pasaje Santa Ana de Bonpland, Corrientes.


martes, 4 de diciembre de 2007

Estimados colaboradores y colaboradoras del "Programa de Ayuda a la Comunidad Educativa Rural"

Estas fotos fueron tomadas el 1 de diciembre del corriente, en un acto de entrega de donaciones en la Escuela Fiscal 935 "Avelino Mendoza", Distrito "Los Laureles", Campo Mendoza, Provincia de Santa Fé.
Las donaciones consistieron en una computadora con monitor, impresora, teclado, mouse, parlantes, video cassetera, útiles escolares, libros, utensilios de cocina, juguetes y ropa de niños. Todos estos elementos fueron entregados por el Secretario de Acción Social de Osprera, Cro. Rubén Benitez y por la Cra. Bibiana Mónica Ruibal, Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural al Director del Colegio, Sr. Juan Tedesca.

En el mismo día se hizo entrega en la Localidad de San Justo, Santa Fe,de una caja de útiles escolares al Cro. Juan Midón, Delegado de Uatre Zona Norte de Santa Fe para ser entregada a la Sra. Directora Rosana M. Contreras del CER Nº 447 de Paraje Miguel Escalada, Zona Rural Naré, San Justo, Santa Fe.

lunes, 26 de noviembre de 2007


Estimados benefactores:

Se acercan las fiestas y, con ellas, el espíritu navideño que nos hermana, la sensación de “año nuevo, vida nueva”, las caras sonrientes de los niños, los tíos y abuelos disfrazados de Papá Noel, los vecinos brindando en las veredas, los zapatitos al borde de la cama…

En este marco, el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural vuelve a tender sus brazos buscando a quienes siempre se acuerdan de sus semejantes y, día a día, nos “ayudan a ayudar” a los docentes y a las familias que hacen Escuela en los rincones más alejados de la Patria.

Habitualmente, desde hace más de dos años, venimos trabajando en las escuelas rurales del país, llevando donaciones consistentes en útiles escolares, computadoras, impresoras, equipos de música, ropa, calzado, libros....

Paralelamente, se acercan a las escuelas los móviles odontológicos de Osprera, equipados con instrumental de última generación, cuyo objetivo fundamental es el mantenimiento de la salud bucal de la población rural, y está principalmente dirigido a la atención de los niños en edad escolar.

En esta ocasión, solicitamos a los benefactores que así lo deseen que nos acerquen juguetes nuevos o usados en buen estado, para poder repartir en las comunidades educativas rurales con motivo de las celebraciones de Navidad, Año Nuevo y Reyes.

Esta nueva campaña cuenta con el apoyo y el impulso de la UATRE-OSPRERA - FUNDATRE, que vive por y para esos hermanos rurales, que trabajan en todos los rincones del país, en zonas muchas veces desfavorecidas por las condiciones naturales, sociales y culturales.

Agradecemos desde ya a las empresas y a los individuos que, con poco o con mucho, suman su granito de arena en la construcción de una sociedad cada vez más justa, cada vez más libre, cada vez más soberana. Porque regalar un juguete no es una cuestión menor… no es “cosa de niños”: es hacernos cargo, como adultos, de nuestra responsabilidad de observar a los pequeños y atender sus necesidades, incluidas las de recibir amor y ser felices.

¡Felices fiestas para todos!

lunes, 19 de noviembre de 2007

Uatre y Osprera colabora con escuelas rurales (provisión de donaciones y atención en salud). No apadrina escuelas rurales.

Buenos Aires, 17 nov (EFE).- Unas 4.000 escuelas rurales de Argentina están en una situación de emergencia nutricional por "la falta de condiciones aptas" para atender a los niños, agravadas por la escasez de "asistencia sanitaria y ayuda estatal", según un estudio divulgado hoy.

El informe, elaborado por la Asociación Civil de Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales (Apaer), denunció el "alerta rojo nutricional" en unos 4.000 establecimientos alejados de las grandes urbes, de los 13.200 que existen en el país

Según la titular de Apaer, María Noemí Delellis de Arbetman, hay gobiernos provinciales que destinan una partida de dinero "escasa" para la alimentación diaria de los alumnos


En Misiones, situada en el extremo norte argentino, el gobierno destina 0,29 pesos (0,09 dólares) diarios, mientras que la administración de Chaco aporta 0,50 pesos (0,16 dólares), detalló la presidenta de la entidad


En esta última provincia, ubicada en el norte del país, unos 19 indígenas murieron en los últimos meses por causas derivadas de la desnutrición


Delellis de Arbetman indicó que en gran parte de los casos la comida que reciben los alumnos en los comedores de las escuelas "es la única alimentación diaria de los chicos"


El estudio contó, además, con los testimonios de los docentes de estas escuelas, quienes advirtieron sobre "la desnutrición infantil" existente


"El estado nutricional es extremadamente bajo. Y esto influye en el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como en la salud. De cada 10 embarazos, se registran solamente dos o tres nacimientos. Sin una alimentación racional no hay salud", sostuvo un maestro de un colegio de la provincia de Chaco. EFE ms/lb


jueves, 8 de noviembre de 2007

El trabajo rural de los Adolescentes en el Extremo Austral de la Yunga

La historia de Jorge

¿Qué es la Yunga?
Al este de Catamarca se encuentra el Departamento Santa Rosa que tiene dos intendencias: la del Bañado de Ovanta, al este y la de Los Altos, al oeste. En esta última intendencia hay dos pequeños pueblos llamados Manantiales y Alijilán que, en conjunto, no llegan a 2500 habitantes. En Alijilán culmina la selva Tucumano Oranense, más conocida como La Yunga. Como el clima es subtropical serrano con estación seca, tienen condiciones aptas para el cultivo de hortalizas, cítricos, frutas tropicales, tabaco, soja, cereales y oleaginosas.

En las localidades de Manantiales y Aliján las familias que trabajan en tareas rurales no alcanzan un mínimo nivel de subsistencia. El 40% no tiene una alimentación adecuada, ni prestaciones de salud y habitan viviendas con más de tres personas por cuarto. Esto hace que los jóvenes, desde adolescentes, deban salir a trabajar. Y tienen distintos oficios. Algunos trabajan en albañilería, otros en comercios, las chicas como niñeras. Pero la gran mayoría, varones y mujeres, trabajan en actividades agrícolas en los cercos. Allí realizan tareas de riego, siembra, transplantes, aporques, abonados, desmalezados, pulverizaciones a mochila y cosecha manual. También en el cuidado de animales vacunos.

Jorge, un adolescente de La Yunga
Jorge Aguilar es un adolescente de 17 años que vive en la localidad de Manantiales, a 90 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca. No tiene madre. Vive con sus hermanos y su padre, que trabaja por jornal de acuerdo a la cosecha de estación de la zona: chaucha, cebolla, papa, citrus, tabaco. No tienen obra social. Y reciben la caja Pro-Familia, una vez al mes.
Jorge cursa el segundo año del Polimodal pero trabaja, al igual que muchos adolescentes de su localidad y del departamento de Santa Rosa.

Jorge, ¿Desde qué edad vos trabajas?
Desde hace nueve años tuve que salir a trabajar por necesidad, para vestirme, para poder ir a la escuela que está a cinco kilómetros de mi pueblo y también para solventar los gastos de mi familia.

¿Lo que te pagan te alcanza para cubrir los gastos de alimentación?
Me pagan veinte pesos por día. Pero no trabajo todo el año. Trabajo los fines de semana y, a veces, durante la semana, de acuerdo a la época de la cosecha o a mis necesidades. No alcanza, pero tratamos de hacer una sola comida por día, un puchero o salchichas con huevo o sopa. A la mañana tomo mate cocido y a la tarde, si alcanza, también mate cocido. Lo más caro es la carne, así que tratamos de consumirla poco. La leche y las frutas no las conocemos. Lo que me salva algunas veces en el trabajo, es cuando cosechamos algunas verduras y frutas, como naranjas y mandarinas, que puedo llevar a la casa.

¿Cómo haces para comprar los medicamentos cuando te enfermas?
Mira, no tengo muchos problemas de salud aunque la gripe y los resfríos me persiguen mucho. Algunas veces se me complica con los bronquios, pero lo soluciono yo solo. Me curo con plantas. Utilizo molle, llantén y cáscara de guayacán, que es para los dolores de estómago. Porque cuando tenemos sed, mientras estamos cosechando naranjas y mandarinas, las tomamos calientes. Esto nos produce diarreas y retorcijones. Nosotros los varones la pasamos mejor que las mujeres. Ellas tienen problemas de cistitis por el calor. Utilizan malva y cola de caballo, pero no sé para qué. Cuando no me puedo curar hago dos o tres kilómetros para ir a la Posta Sanitaria, en donde me dan remedios gratuitos, si hay.
¿En la escuela saben que trabajas?
Algunos profesores sí, otros no. No nos apoyan, pero sí justifican las faltas a veces. Trato de estudiar en los tiempos libres para aprobar las materias, así no quedo de curso. Se debería crear un plan específico para los que trabajamos. Así se incentivaría el estudio.
¿Qué haces en los tiempos libres?
A veces juego a la pelota o ando en bicicleta. Se fuma y también se toma. En el pueblo fumar y tomar bebidas alcohólicas es un vicio muy común entre nosotros y también entre los grandes. No hay mucha diversión.
¿A todos los jóvenes les ocurre lo mismo que a vos?
Lo que me sucede a mí es lo que le sucede a la mayoría de los que trabajan como yo. Pero a mis amigas y compañeras se les suma otro problema como el embarazo en las jóvenes (él lo llama así al embarazo precoz).
En la actualidad no existe a nivel provincial, ni a nivel municipal un plan de asistencia para los adolescentes que trabajan, aunque la legislación sobre la prohibición del trabajo adolescente establecida en el Protocolo de Intención para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil firmado este año, establece como objetivo poner en marcha planes, programas y proyectos contra la toma de mano de obra infantil. Sí hay un programa que protege a chicos desnutridos hasta los 14 años.
La directora del Mini Hospital Dr. René Hilario Jaimez, ubicado en la localidad de Alijilán, explica que los trabajadores adolescentes rurales de Alijilán y Manantiales sufren enfermedades características del trabajo que realizan y la mala alimentación. “La enfermedad más común - nos explicó la doctora- es la hipoglucemia, que se da debido a la falta de azúcar. Los jóvenes consumen mucha agua por los calores que sufren en el cerco, lo que origina la eliminación de sales y azúcares. También ocurre lo contrario, es decir, no orinan por trabajar y esto les provoca problemas renales. Una buena alimentación evitaría las enfermedades que sufren estos adolescentes trabajadores”.

La otra cara de la moneda: los que dan trabajo
Son varios los productores que dan trabajo a los adolescentes en sus parcelas de tierra. Es común que familias enteras se trasladen de una provincia a la otra para la cosecha de la caña de azúcar, el limón, la naranja, el tabaco y los arándanos entre otras. Ellos son los trabajadores golondrinas.
Cuando llegan a las localidades de Manantiales y Alijilán, los hijos de estos trabajadores, en especial los adolescentes, trabajan junto a sus padres en tareas más livianas como machetear bajo los naranjos, desmalezar a mano los almácigos o regarlos.

Don Luis, un productor de la zona nos contó que “yo podría no darles trabajo, pero nosotros los productores somos concientes de que necesitan ganar dinero para cubrir las necesidades básicas que tienen. Pero a la vez nos damos cuenta que no se educan porque no tienen tiempo de concurrir a la escuela”. Don Napoleón coincide con Don Luis con respecto a la necesidad de dar trabajo a los jóvenes, pero advierte: “Los chicos de Manantiales y Alijilán deciden trabajar para ayudar a sus padres y para poder adquirir lo que necesitan -ropa, alimentación. Pero no tan sólo lo hacen en las parcelas y cuidando animales, sino también como cadetes de los comercios o como niñeras”.
Los productores argumentan que si no emplean a estos adolescentes -que se ven forzados a trabajar- “los chicos sufrirían carencias de todo tipo, porque lo que un padre de familia trabajador rural gana, no alcanza para cubrir la canasta de alimentos. Están prácticamente en la pobreza.” Por eso -dicen- les dan tareas livianas y en horarios que nos los afecten tanto las temperaturas. Comentan que evitan darles las pesadas mochilas cargadas de herbicidas para no dañarles las espaldas y para evitar cualquier tipo de accidente o intoxicaciones. Consideran que no es justo que estos adolescentes tengan que trabajar, pero negarle un trabajo, es negarles un sustento para ellos y sus familias.

Volvimos a Jorge, que nos dijo:
-Jorge, ¿piensas que es justo que un adolescente trabaje?
No, porque es ilegal. Deberían crear más fuentes de trabajo para nuestros padres y con buenos sueldos, así los chicos no tendríamos que salir a trabajar. Nosotros tenemos que elegir entre morirnos de hambre o trabajar para vivir. Además, como trabajamos, no podemos hacer las mismas cosas que los chicos que no trabajan. Ellos se divierten, juegan a la pelota. Nosotros, en cambio, no.

Menores que trabajan y no estudian

Semanas atrás, fueron distribuidos en la sede del Ministerio de Educación de la Nación los premios del certamen escolar denominado "Periodistas por un día", en el cual participaron alumnos de la enseñanza media. En esas circunstancias, Matías Cabrera, estudiante catamarqueño premiado por una investigación realizada en colaboración con José Ledesma y titulada "Trabajo rural de los adolescentes en el extremo austral de la yunga", planteó el problema de los menores que quieren estudiar y no pueden hacerlo porque deben trabajar en el medio rural, en condiciones tales que les impiden acceder a la escuela.

Este inconveniente se torna mucho más preocupante por el hecho de que la existencia de niños que trabajan a pesar de que están por debajo de la edad mínima de la admisión en el empleo crece en todo el mundo, en especial en el campo de la agricultura, que en todo el planeta involucra a 132 millones de menores de 14 años. Aquí, en el país, el porcentaje de menores de 17 años que trabaja es mayor en las zonas rurales que en las urbanas. Otro dato no menos significativo es que en el campo trabaja el 35,5 por ciento de los adolescentes.

El ministro Daniel Filmus acogió la iniciativa con simpatía, dijo que desconocía por qué no se cumplían los programas de asistencia existentes y prometió ocuparse del tema.

Las palabras del joven alumno fueron oportunas y atinadas al plantear un justo llamado de atención sobre un flanco de la realidad de nuestra enseñanza distante de la equidad de oportunidades educativas, principio tantas veces proclamado, pero sólo parcialmente atendido, pese a estar reafirmado por la ley 26.061, de protección integral de la minoridad. Asimismo, la existencia de un gran número de menores de edad que trabajan y por ello no estudian choca con las políticas de erradicación del trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a las cuales ha adherido la Argentina.

Por otra parte, la norma actualmente vigente en el área educativa, en su capítulo dedicado a la enseñanza rural, garantiza el cumplimiento de la educación obligatoria y enuncia los diseños institucionales adecuados para que los alumnos de esas regiones más castigadas por las deficientes condiciones de vida puedan mantener su vinculación con la familia y su medio de pertenencia mientras estudian. A la vez, alienta el desarrollo de modelos de organización escolar flexibles, o sea, aptos para resolver sin mayores dilaciones las diversas y complejas situaciones que se suelen presentar en las diversas clases de ámbito rural existentes en la Argentina.

Ciertamente, mucho hay que hacer en esta área educativa. En 2004 eran 342 las escuelas rurales, con una distribución desigual en la cual la provincia de Buenos Aires contaba con el mayor número (81), seguida por Santa Fe (48) y Entre Ríos (25). En tanto, Santa Cruz (1), Tierra del Fuego (1), Neuquén (3), Formosa (4) y Catamarca (5) tenían el menor número. Asimismo, hay diversidad de modelos escolares, con variadas denominaciones, ya sea en el ámbito oficial o privado.

Esta modalidad de la enseñanza, iniciada tempranamente en nuestro territorio en 1823, ha padecido las consecuencias de políticas erráticas que no respondieron satisfactoriamente a las necesidades de la población ni a los objetivos formativos de un país con tanta riqueza agropecuaria. Para agravar esa situación, en la década del 90, la reforma educativa promovida por la ley federal que ahora caducó produjo el impacto adverso de marginar la educación técnica y la agropecuaria, daños reparados sólo de modo formal por la actual normativa.
De ahí que las palabras del joven investigador premiado permiten apreciar el vacío en que se encuentran muchos menores, al margen de las oportunidades que la sociedad les promete y debe ofrecerles concretamente.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

DOS BRAZOS SOLIDARIOS, UN MISMO DESTINO

APOYO A LA EDUCACIÓN RURAL Y LA SALUD BUCAL DE OSPRERA:


DOS BRAZOS SOLIDARIOS, UN MISMO DESTINO


Por la doctora Bibiana Mónica Ruibal


Desde hace más de dos años, el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural viene trabajando en todo el país, llevando donaciones consistentes en útiles escolares, computadoras, impresoras, equipos de música, ropa, calzado, libros.... Paralelamente, se acercan a las escuelas rurales los móviles odontológicos de Osprera, equipados con instrumental de última generación, cuyo objetivo fundamental es el mantenimiento de la salud bucal de la población, y está principalmente dirigido a la atención de los niños en edad escolar.


El Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural --de cuya coordinación estoy a cargo-- ve cumplida su misión cuando deja instalada dentro de la escuela una biblioteca, cuando queda montada una huerta, instalado un equipo de música, una computadora, una sala de juegos didácticos y de diversión, un ropero comunitario, un taller de costura...


En lo que respecta a “su par”, el Programa de Salud Bucal de Osprera ve cumplido su objetivo cuando informa sobre la importancia de contar con buena salud bucal, que permite a la población mantener y conservar los dientes naturales. Es importante destacar que esta iniciativa no tiene precedentes en la historia de las instituciones del sector Salud en la Argentina. Nació como una necesidad de Osprera de acercar las prestaciones odontológicas a sus beneficiarios, favoreciendo su accesibilidad, y hoy está destinado a niños en edad escolar de todas las provincias de la Argentina.



El destino elegido para implementar el Programa de Salud Bucal es precisamente las escuelas rurales, al igual que el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural, que provee de donaciones para evitar la deserción escolar, el analfabetismo y el trabajo infantil, y para, de esta forma, ofrecer las mismas oportunidades a los niños que asisten a escuelas rurales que las que tienen los que asisten a escuelas urbanas.


Junto con los móviles odontológicos de Osprera, el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural lleva asesoramiento que va desde cómo podrían los alumnos tener mejor salud bucal y educación, o cómo mejorar la infraestructura de las escuelas para tener una mejor calidad de vida, hasta la información sobre las ventajas que tienen los trabajadores rurales y sus familias de estar afiliados al gremio de Uatre y a la Obra Social Osprera, y de contar con una Libreta de Trabajo que se la provee el Renatre.


Pero no todo es “dar”; también es necesario mencionar todo lo que, después de permanecer varios días con el móvil odontológico de Osprera, nos llevamos de nuestros beneficiarios cuando regresamos a Capital Federal.

Quienes integramos el Programa traemos el cariño y el agradecimiento de niños, de padres, del cuerpo docente y de la población en general, quienes nos manifiestan que a partir de nuestra visita saben que no están solos, que pueden contar con nuestra Organización Gremial Uatre, con Osprera, con Fundatre y con Renatre. Y, sobre todo, agradecen a nuestro Secretario General de Uatre y Presidente de la Obra Social Osprera, compañero Gerónimo Venegas, que con su actitud solidaria y generosa, mejoran la situación individual de los niños y jóvenes pero, también, la de sus familias y entorno social”.


En efecto, las localidades a las que el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural y el Programa de Salud Bucal estan dirigidos son pequeñas, son lejanas...pero son sanas, trabajadoras, vitales: estan ávidas de información, de educación, de salud, de cultura, de desarrollo.


Nota de la redacción: para ponerse en contacto con la doctora Bibiana Mónica Ruibal o pedir más información sobre los mencionados Programas, dirigirse a la "Secretaría de Acción Social de Osprera", Reconquista 630, 3º Piso, (1003) Capital Federal, tel: (011) 4313-6275, www.uatre.org.ar , www.osprera.org.ar (Programas y Campañas) o http://delauatre-ospreraalasescuelasrurales.blogspot.com

Fotos tomadas por el Cro.Eduardo Castillo

Servicios de Atención al Beneficiario

OSPRERA - Formosa


eduardo.castillo@osprera.org.ar




miércoles, 3 de octubre de 2007

“LA JUSTICIA SOCIAL cumplida por los compañeros de UATRE – OSPRERA – FUNDATRE en las escuelas rurales.

Las escuelas y comunidades que, hasta en los más alejados rincones del territorio nacional, están sosteniendo el camino de la dignidad, el trabajo, la educación y la cultura, desde hace más de un año y medio reciben la invalorable ayuda de los compañeros de UATRE, OSPRERA y FUNDATRE, de instituciones sociales y empresariales, y de integrantes de la sociedad argentina en general.

Esta monumental tarea solidaria, sin embargo, se materializa a través de una sostenida suma de “pequeños” pasos… puede decirse que cada uno de ellos es un eslabón en la cadena que el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural termina constituyendo, suave pero sostenidamente, promoviendo donaciones, realizando viajes por duros caminos, acercando cada acción a la siguiente, completando lo que falta… y volviendo a empezar el circuito entusiasta e incansablemente.

El Programa comienza su obra difundiendo –por mail, revistas institucionales y medios masivos de comunicación la necesidad de materiales para acercar a las escuelas. A través de estas campañas se consiguen útiles escolares, computadoras, impresoras, equipos de música, ropa, calzados, libros... Luego, se recolectan las donaciones y se arbitran los medios para realizar el transporte.

Hay que tener en cuenta que desde la Capital Federal (donde se centralizan las tareas) hasta las escuelas rurales, hay aproximadamente 1000 kilómetros de distancia, y varios de ellos son camino de tierra o ripio, de difícil acceso, y cuyo tránsito se realiza, en muchos casos, en medio de tormentas, mucho calor, excesivo frío…

Dado que los compañeros del Programa realizan también otros trabajos durante la semana, casi siempre llegan a las escuelas un sábado a la mañana. Allí son recibido, con mucho afecto, por autoridades, docentes, padres, miembros de la Comisión Cooperadora de la Escuela y alumnos.

“Los chicos nos saludan mirándonos profundamente a la cara, casi siempre sin hablar. Se nos quedan pegados en forma inmediata y nos acompañan a la camioneta para ver lo que les trajimos y ayudarnos a bajar las cajas”, relata la doctora Bibiana Ruibal, coordinadora del Programa.

Con alegría, emoción y curiosidad, los niños siguen los pasos de los adultos y, minutos después, todos están abriendo cajas y acomodando objetos en las mesas, en los pisos, en sillas, en bancos… En tanto, la directora o el director de la escuelita cuenta a los visitantes como es su día a día, cuáles son sus necesidades, qué es lo que más podría ayudar a esos docentes y a esas familias rurales que, en general, hacen significativos esfuerzos para que sus niños no estén apoyando el trabajo del campo sino que recorran –a pie, en bicicleta o a caballo- el generalmente largo trayecto que los separa del establecimiento educativo.

Una vez que todo está acomodado, los anfitriones acompañan a la comitiva a recorrer la escuela: les muestran las aulas, el patio, los baños, la cocina, analizando el estado de las instalaciones y lo que faltaría construir para garantizar más higiene, más seguridad, más comodidad y mejores condiciones de enseñanza.

Al terminar el recorrido, ya imbuidos de la realidad de esa comunidad escolar y de lo que podría ayudar a mejorar su calidad de vida y trabajo, los compañeros del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural se sacan una foto grupal que queda para el recuerdo de todos. Se despiden con cálidos abrazos y suben a la camioneta –ya vacía de cajas– prometiendo volver.

El regreso es más tranquilo: el mismo camino lo realizan ahora sin la preocupación de cuidar que las cosas que no se estropeen por los saltos, no se mojen por la lluvia o no sean robadas en el camino… Y lo realizan satisfechos de haber cumplido la misión que se propusieron, satisfechos de no haber defraudado el compromiso que asumieron con los solidarios donantes y con los abnegados beneficiarios. El camino de regreso lo hacen pensando que dentro de la escuela quedó instalada una biblioteca, quedó funcionando una huerta, quedó un equipo de música, una computadora, un ropero comunitario, un taller de costura…

“Creemos que somos mensajeros muchos y muchas donantes particulares, de organismos de la sociedad civil, de industrias, de fundaciones que, conjuntamente con nuestro Secretario General de Uatre y Presidente de la Obra Social Osprera, compañero Gerónimo Venegas, con su actitud solidaria y generosa, mejoran la situación individual de los niños y jóvenes pero, también, la de sus familias y entorno social. En efecto, las localidades a las que el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural está dirigido son pequeñas, son lejanas… pero son sanas, trabajadoras, vitales: están ávidas de información, de educación, de cultura, de desarrollo”, finaliza diciendo la doctora Ruibal.










viernes, 31 de agosto de 2007

Informe de actividades de la Red de Jóvenes de la Uatre.

Formosa 29 de agosto de 2007.-

En el día de la fecha, en horas de la mañana, Integrantes de la "Red de Jóvenes de la Uatre" Formosa ( Willma Sánchez, Sara Bordon y Eduardo Castillo), estuvieron presentes en la Escuela 304, Ricardo Guiraldes, de la localidad de Loma Senes, Departamento Pirané, Formosa, en representación del Delegado Provincial de UATRE, Cro. Nicasio Encina y de la Dra. Bibiana Mónica Ruibal Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural, para entregar donaciones a dicha escuela rural.
En la oportunidad el Sr. Director Juan Carlos Gomez, en presencia de maestros, padres y alumnos, recibió de la "Red de Jóvenes de la Uatre", los siguientes elementos: útiles escolares, ropas, calzados, libros, láminas escolares, un botiquín de primeros auxilios y 50 guardapolvos nuevos, entre otras cosas.
Todos disfrutaron las donaciones recibidas y agradecieron el aporte que cada uno de los donantes hace en forma individual para promover la educación y el fortalecimiento de la escuela de la localidad de Loma Senes, Departamento Pirané, Formosa.



Dra. Bibiana Mónica Ruibal

Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural
Reconquista 630 - 3º Piso
(1003) Capital Federal Tel: (011) 4313-6275
http://www.uatre.org.ar/ http://www.osprera.org.ar/
(Programas y Campañas) http://delauatre-ospreraalasescuelasrurales.blogspot.com/

lunes, 27 de agosto de 2007

ESCUELA RURAL Nro. 25 “Salvador Marcaida”.

ESCUELA RURAL Nro. 25 “Salvador Marcaida”.

Ubicada a 15 km de Gral Piran en el paraje Loma Verde (partido de Mar Chiquita, Pcia de Bs As).




La Escuela

La estructura de la escuelita es de laja y techo de chapa a dos aguas. Dado el material con el que esta construido se hace dificil mantener calefaccionado el ambiente durante los frios dias de invierno.
Tiene un unico aula donde los chicos aprenden dividos en dos grupos diferenciados por nivel escolar. Tambien possee un salon comedor pequeño, una cocina y una salita utilizada como biblioteca. No cuenta con sistema de calefacción ni de agua postable, tampoco tiene sistema de cloacas. Este año la directora de la escuela solicito nuevamente se realicen las refacciones pertinentes.
La provision de agua la realizan los padres y la docente, quienes se van alternando el trabajo de renovar los bidones de agua potable.
La energía eléctrica proviene de baterías conectadas a paneles solares además de un grupo electrógeno para casos de emergencia.
No cuenta con equipo de computación ni de vídeo. Se esta tratando de armar una pequeña biblioteca con libros y enciclopedias recientemente donados.
Anexo a la escuela se encuentra un galpón en estado de deterioro y actualmente en peligro de derrumbe.
Creemos que la escuela es un lugar importante de referencia e integración para las diferentes familias y por eso seguimos adelante tratando de lograr mejoras a través de donaciones y de cartas enviadas al consejo escolar del distrito.





Los Alumnos

La matricula es de 16 alumnos y tiene una única maestra, Mirta Idiart, que también es su directora.
Los chicos tienen entre 6 y 14 años y cursan distintos niveles que van de 1º a 6º grado. La mayoría vive en zonas muy alejadas y para llegar a la escuelita deben realizar trayectos de hasta 2hs de viaje a caballo. Por ese motivo en invierno el horario de clases se traslada de 12 a 16hs mientras que en los meses de calor el horario es de 8 a 12hs.
Las familias de los chicos provienen de diferentes provincias y trabajan como puesteros de estancias de la zona de Gral. Piran realizando tareas de cuidado del ganado, siembra y cosecha.




A pesar de los problemas que tiene la escuelita los chicos son muy alegres y disfrutan de las visitas de todos aquellos que quieran compartir una tarde de lectura, juegos o de intercambio cultural.



Voluntarios:

Las madres son las únicas acompañantes de Mirta, maestra, directora y amiga.
Durante el horario escolar dos mamás colaboran con la limpieza y la cocina y organizan la merienda diaria para los chicos. Ninguna de ellas recibe una remuneración por ese trabajo. No existe personal de maestranza.




Para donaciones, consultas o propuestas comunicarse con:

Carmen Herrera
155 765-8040
carmenh2@hotmail.com
Solis 1842 2do. i, Capital Federal
DNI 24.4.93.326

Directora de la escuela,
Sra. Mirta Idiart
Autovia nro 2, Km 323 (7172)
Gral Piran, Partido de Mar Chiquita,
Pcia de Buenos Aires.
(02268)15 515319

viernes, 17 de agosto de 2007

Escuela de la Familia Agrícola “Arangú Roga” (Casa del Sabio)

A los compañeros
a los amigos de UATRE-OSPRERA
a los benefactores de las escuelas rurales,
a la sociedad argentina en general


El domingo 22 de julio, justamente el día anterior a retomar las clases luego del receso invernal, la Escuela de la Familia Agrícola “Arangú Roga” (Casa del Sabio), de la localidad de Sauce, Corrientes, recibió una donación que llevamos con un grupo de compañeras del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural. Se trataba de una computadora y libros donados por particulares, y de mantas, pullóveres, gorras, y otras prendas de vestir confeccionadas por “Tejedoras Voluntarias de María”, un taller de tejido y costura coordinado por la señora Susana Legarre.
En el establecimiento, fuimos recibidas por Marcos Daniel Braumgratz, el director; por el maestro Ariel, docente de Enseñanza Agrícola; y por la señora Mercedes, docente de la misma materia y también secretaria de la institución. Los tres se encontraban profundamente conmovidos porque días antes el padre de dos nenas de séptimo grado había matado de un hachazo a la madre y, luego de degollarla, se ahorcó.
El trágico suceso tuvo lugar en el campo de Cañaditas y dejó huérfanos a cinco niños (el más pequeño de apenas un año y medio), a cuyo rescate fueron los docentes mencionados no bien se enteraron de lo acontecido.
Ante nuestra perplejidad y espanto, el director intentó consolarnos comentándonos que, cuando él asumió el cargo, hechos como éste eran frecuentes y “no asustaban a nadie”, y que hoy hay muchos avances en el comportamiento de los niños dentro del aula y en el comportamiento de la comunidad en general, merced a las tareas de prevención educativa, sanitaria y social que se vienen desarrollando con el propósito, justamente, de evitar la indigencia, la brutalidad y la marginación, que pueden estallar en tragedias de violencia y locura y representar la destrucción de una familia.
Más que nunca, agradecemos la colaboración de todos ustedes, que con vuestro aporte contribuyen a apuntalar la tarea de estos abnegados y valiosísimos maestros, que cuidan del derecho a la educación y a una vida digna aún en los rincones más alejados del país.


Dra. Bibiana Mónica Ruibal

Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural

Tel/Fax: (011) 4313-6275



martes, 7 de agosto de 2007

Ayuda a Escuelas Rurales de Saladas

Ayuda a Escuelas Rurales de Saladas

A los compañeros,
a los amigos de UATRE-OSPRERA,
a los benefactores de las escuelas rurales,
a la sociedad argentina en general

En medio de los intensos fríos que afectan a nuestro país, el Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural recibió un pedido de dos escuelas rurales de Saladas, una localidad de 21.000 habitantes ubicada en ruta 12, a unos 100 kms. de Corrientes Capital.

En forma inmediata, varios donantes –incluida la empresa Faber Castel– ofrecieron su aporte, en tanto un grupo de compañeros se ocupó de la colecta, de la que también participó Fundatre (Fundación Uatre). De tal forma, el día 8 de julio, el Secretario de Acción Social de Osprera, Ruben Benitez y quién suscribe, Dra. Bibiana Mónica Ruibal, acercamos ropa, calzados, libros de cuentos, materiales didácticos, juegos de mesa, instrumentos musicales y otros elementos facilitadores del aprendizaje a la Escuela Nº 617, “Sargento Juan Baustista Cabral”, y a la Escuela Nº 758, “Lucía Casimira del Gobbo de Giudici”.

Liliana Agüero y Bibiana Franco, directoras de las instituciones, explicaron que la mayoría de los alumnos de la zona no reciben apoyo escolar de sus padres, muchos de los cuales son desocupados de la fábrica de jugos Pindapoy, trabajadores rurales por temporada o personas que viven de la asistencia social. “La escuela es, en muchos casos, la única contención emocional que poseen estos niños, muchos de los cuales abandonan la escuela primaria por la situación social que viven en sus hogares”, explicaron las directoras. Y enfatizaron: “Con estos elementos las maestras podrán realizar distintos trabajos dentro del aula, incluyendo el aprendizaje de conceptos de azar, posibilidad, probabilidad, imparcialidad y otros. La utilización de juegos es provechosa para generar actitudes que contribuyan a una mejor integración grupal, y para desarrollar competencias que le permitan al niño comunicarse, respetar las reglas, descubrir, imaginar, crear y escribir”.

En el momento de hacer efectiva las donaciones vimos chicos descalzos, sin medias, con zapatillas arruinadas y con prendas de vestir inadecuadas para las bajas temperaturas vigentes. Por tal motivo, prometimos volver con más donaciones para éstas y otra escuela que se sumó al pedido de ropa, calzados y útiles escolares. Y lo hicimos a sabiendas de que podemos contar con la valiosa colaboración de todos ustedes, compañeros, amigos e integrantes de toda la sociedad argentina en general, que siempre han sabido sumar su granito de arena con todo el corazón, apoyando así la tarea que, con invalorable esfuerzo, sostienen y desarrollan los educadores rurales en las zonas menos favorecidas de nuestro país.

Muchísimas gracias


Dra. Bibiana Mónica Ruibal Coordinadora del Programa de Ayuda a la Comunidad Escolar Rural Tel/Fax: (011) 4313-6275 e-mail: proyectorural@osprera.org.ar http://www.osprera.org.ar/ / http://www.uatre.org.ar/