Queremos que este acercamiento político luego de tantos años de indiferencia, oscurantismo y desidia sirva para empoderar a los pobladores rurales a que se acerquen y peticionen a las autoridades el cumplimiento de los derechos sociales e individuales. Derechos vigentes en la Argentina, y con las brechas de desigualdad social que todavía existen: a la alimentación, a la educación, a la salud rural, a la vivienda digna, al trabajo en blanco, a la prevención y erradicación del trabajo infantil, a la protección a la mujer y el buen trato, a la asignación universal por hijo, al salario familiar, a los planes sociales, al acceso al agua potable y cloacas, a la información, a la expansión de conocimientos y estimulación de la creatividad a través de la instalación de Internet, a caminos accesibles, entre otras prioridades a alcanzar.
En el ámbito rural, si bien en los últimos tiempos se logró mayor inclusión educativa, es un desafío terminar la escuela secundaria, un nivel que en la mayoría de los Parajes Rurales no existe. Generar mayores y mejores oportunidades educativas, satisfacer necesidades básicas acceder a los sistemas de la seguridad social, promover la vivienda, el saneamiento y la alimentación son derechos prioritarios que representan una deuda pendiente a los pobladores rurales.
Ayuda en acción
Desde el PACER y desde hace varios años vamos creando lazos entre dos mundos, de aquellos que reciben y de aquellos que dan, mundos que se entremezclan y generan historias de vida de los niños que van a la escuela y necesitan mejorar su calidad de vida sin perder su arraigo y su identidad. Luchamos para que los chicos tengan una buena calidad de vida y para que sus padres puedan acceder a un trabajo estable. Sabemos que la educación y el desarrollo posibilitan la apertura a nuevos horizontes a los jóvenes.
Desde el PACER no hacemos otra cosa que cumplir con el deseo de Gerónimo Venegas, Secretario General de la UATRE y Presidente de la Obra Social OSPRERA, que es mejorar la calidad de vida de los pobladores rurales y dignificar la vida de los trabajadores rurales a los largo y a lo ancho del país.
Nos inspira pensar en una sociedad activa, que hace y no se queda en la tribuna mirando como otros participan que busca una sociedad más justa, más igualitaria; nos imaginamos una sociedad inclusiva con una inclusión entendida desde la posibilidad de no sufrir privaciones de los recursos materiales, espirituales y emocionales necesarios para sobrevivir, desarrollarse y prosperar.
Juntos podemos lograrlo.