El informe final se conocerá a fin de año. Tres de cada diez escuelas rurales están aisladas. El 30% tiene un solo maestro y sólo el 28% es de nivel medio.
Analía H. Testa LA NACIONUn censo nacional de escuelas rurales, que comenzó en 2005, acaba de terminarse. Se trata del primer registro de ese universo de 15.600 establecimientos educativos, que representa el 38% del total nacional y comprende casi al 10% del alumnado del país (poco más de un millón de chicos). Su distribución es diversa, pues mientras en Santiago del Estero representan el 75% del total provincial; en Tierra del Fuego, las rurales son sólo el 10 por ciento. Por niveles educativos, las escuelas de nivel inicial representan el 38% del total; las primarias, un 49%, y las secundarias, el 28 por ciento.
El 30% de las escuelas rurales tiene docente único y la enseñanza se organiza en plurigrado. Las provincias con mayor concentración de alumnos rurales son Buenos Aires, Misiones, Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán y Santa Fe.
El informe final del censo estará listo a fin de año y se prevén mecanismos de actualización de datos para que no sea necesario un nuevo recorrido. Un punto de partida para la organización del relevamiento fue la necesidad de ceñir la categoría de escuela rural a aquellas que se encuentran a campo abierto o en poblaciones de menos de 2000 habitantes, explicó a LA NACION Eduardo Aragundi, subsecretario de Planeamiento Educativo.
Entre los datos preliminares se cuenta la definición de mayor o menor dificultad de acceso. Ahora que están ubicados por GPS, se sabe que unos 11.000 establecimientos rurales tienen accesibilidad media o baja; mientras que para llegar a las 4600 restantes (casi un 30%), la dificultad es alta o muy alta (hay que atravesar picadas o senderos, están ubicadas en cerros aislados o en alta montaña, por ejemplo).
Sin agua potable
Por otra parte, de las escuelas censadas hasta 2008 (unas 12.000) el 45% obtiene agua de alguna fuente subterránea, no siempre potable. Sólo un 25% de las escuelas del campo está conectada a una red pública de agua. También se sabe ahora que en unas 7800 escuelas se calefacciona y cocina con gas envasado, y en unas 2800 se usa leña, carbón, querosén o electricidad. Sólo 400 acceden a gas natural de red.
Las implicancias del relevamiento de escuelas rurales serán enormes, según Daniel Herrero, coordinador administrativo de la última etapa del censo desde la Universidad Nacional del Centro (Unicen), a la que el Ministerio de Educación le encargó recorrer unas 3600 escuelas en 19 provincias. Según dijo, se podrá "articular con el Instituto Geográfico Militar para mejorar la cartografía del país, coordinar con el Ministerio de Salud para conocer las enfermedades rurales por región y brindar información exacta para que los helicópteros puedan arribar a las escuelas de inmediato".
La experiencia del censo fue, en sí misma, reveladora. "La mayor dificultad fue la de llegar a las escuelas, en la mayoría de las provincias, a pesar de contar con censistas baqueanos. Algunos tuvieron que viajar en mula; otros, en lancha; en el Norte caminaron durante ocho horas y los del Sur acamparon durante más de 15 días para censar un puñado de escuelas", describió Herrero.
La incomunicación con el resto del mapa e incluso con la estructura del sistema educativo es otro dato: "En varias escuelas, manifestaron que hacía muchísimos años que no llegaba alguien del ministerio a visitarlos, se asombraban y trataban a los censistas como si fueran una autoridad jerárquica", dijo. "El estado de deterioro y abandono de las estructuras, que pudo relevarse en las zonas más inhóspitas del país, y el grado de desconexión de las escuelitas con los centros urbanos más próximos son algunos de los desafíos que deberán tratarse en el futuro", agregó Herrero.
PANORAMA:- Asistencia. En el país, hay 15.600 escuelas rurales, donde asiste el 10% de los alumnos del país (poco más de un millón).
- A pie. Más de la mitad de chicos y maestros va a pie a la escuela. Unos 2000 docentes usan bicicleta, caballo, burro o carro.
- Sin oferta. Sólo el 28% de las escuelas rurales es de nivel secundario, un déficit que las autoridades reconocen.